Aunque desde la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) siempre han negado que haya jugadoras vetadas de ‘la Tricolor’, que varias ‘cracks’, con números importantes en el fútbol internacional, no sean convocadas provoca muchas especulaciones al respecto. Sin embargo, Catalina Usme puso en duda la existencia de vetos en la selección Colombia femenina exponiendo el caso de Daniela Montoya. Esto llamó la atención, ya que, si hay alguien crítico y sin reparos al momento de hablar del fútbol femenino en Colombia, es ‘Cata’.
Vea también: ‘Cata’ Usme llena de vainazos a los directivos del FPC tras la final de Copa
El 7 de agosto de 2022, el Diario El País de Cali publicó una extensa entrevista hecha a ‘Cata’ Usme, referente de ‘la Tricolor’ femenina. Ella expresó en varias ocasiones que el fútbol femenino no tiene apoyo suficiente en Colombia, dejando claro que no está a gusto con el actuar de los directivos.
Pero eso no fue lo más importante, ya que a Catalina le preguntaron si es verdad que algunas jugadoras están vetadas de la selección por decisión de la FCF, tema bastante polémico y que dio mucho de qué hablar durante la Copa América Femenina 2022. Sorpresivamente, Usme puso en duda la existencia de vetos y lo hizo exponiendo el caso de Daniela Montoya.
¿Quiénes son las jugadoras que están ‘vetadas’ de la selección Colombia?
Aunque en la selección Colombia siempre han asegurado que la ausencia de algunas jugadoras en las convocatorias no se debe a una decisión administrativa, la verdad es que, sin necesidad de una confirmación oficial, parece claro que algo más allá de lo deportivo pasa. Como es bien sabido, Vanessa Córdoba, Yoreli Rincón, Isabella Echeverry y Natalia Gaitán, fueron de las primeras jugadoras en alzar la voz por los malos tratos que recibía ‘la Tricolor’ femenina por parte de la Federación Colombiana de Fútbol.
Desde el no pago de los viáticos, la ausencia de uniformes propios, pasando por el desinterés y llegando a denuncias de acoso sexual, ellas surgieron como las voceras de un gremio que continúa exigiendo dignidad. La pelea que ellas encabezaron mejoró, por lo menos un poco, las condiciones de las jugadoras. ¿A costa de qué? De no volver a jugar para el combinado nacional, a pesar de que la rompen con sus equipos.