Ha sido una semana trágica para el fútbol. Marin Cacic, joven futbolista croata de sólo 23 años, murió el jueves 23 de diciembre tras sufrir un paro cardíaco en medio de un entrenamiento con su equipo.
Todo ocurrió el domingo 19 de diciembre, cuando el NK Nehaj, conjunto del fallecido deportista, preparaba el partido de la siguiente fecha de la liga local. Cacic tristemente colapsó en medio de los ensayos.
Inmediatamente el jugador fue llevado de urgencias a un hospital, donde, debido a su gravedad, los médicos que lo atendieron decidieron inducirle un coma para intentar salvar su vida.
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Desde entonces, el cuerpo de salud del centro asistencial intentó agotó todas sus herramientas para poder tratar al joven. Sin embargo, los esfuerzos no pudieron cambiar el desenlace, y el joven futbolista murió días después en el centro asistencial.
La noticia fue dada a conocer por el propio club ese día:
Los medios locales lo recuerdan como un jugador con proyección que inició su carrera en las categorías inferiores del Rijeka, con un breve paso por Italia jugando por el Isernia de la Serie D. Finalmente, había regresado a su natal Coracia para integrar las filas del NK Nehaj, el que sería su último club.
Marin Cacic fue el primer fallecimiento que marcó esta semana oscura para el fútbol, anunciado tan solo horas antes de que se confirmara la muerte del defensa omaní Mukhaled Al-Raqadi, tras sufrir un paro cardíaco en el calentamiento previo a un partido.