"Me dijeron que me iban a meter un bombazo", Óscar Ignacio Martán

Óscar Ignacio Martán, presidente de Cortuluá, confirmó que ha vuelto a recibir amenazas de muerte.

El dirigente es foco de polémica en los últimos días a cuenta del pleito que se adelanta entre su institución y Atlético Nacional, por el caso de Fernando Uribe.

Hace unas semanas Óscar Martán había denunciado algunas amenazas de muerte, lo que lo había obligado a cerrar sus redes sociales. Las mismas han vuelto a aparecer, con mayor calibre.

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“Me dijeron que me iban a meter un bombazo”, publicó este viernes el medio Futbolred, señalando que el Martán les “confirmó que en los últimos días ha recibido amenazas de muerte, vía correo electrónico y otros medios, y eso lo ha obligado a acudir a las autoridades”.

Además, en la publicación manifiestan que Martán ya puso todo en conocimiento de  las autoridades pertinentes.

¿En qué va el caso?

En los últimos días se conoció que ante el Juzgado 17 Civil de Municipal, el cuadro Verde instauró una tutela en la que busca que se le permita la inscripción de jugadores, tras el fallo que lo tiene con sus refuerzos quietos y por los que pide derecho al trabajo. Esa tutela va contra Cortuluá, Dimayor y Federación Colombiana de Fútbol.

El pleito

Todo nace por una cláusula que le obliga a Nacional a pagar US$5 millones por la venta de Fernando Uribe, en un negocio que no se dio y en el que el jugador se fue libre de la institución.

Había otro ítem, que obligaba al club antioqueño a que si prestaba a Uribe tenía que reportarle a Cortuluá y renovarle el contrato al jugador por tres años. No lo hizo, cuando lo prestó a Millonarios sin avisar y sólo lo renovó un año.

Cuando el verde se dio cuenta de sus errores quiso renovar con Uribe, pero él queda libre y se va a México. Inmediatamente Cortuluá va al contrato y va a la Comisión del Estatuto del Jugador de Dimayor para pedir el pago.

Entre Dimayor y Federación fallaron a favor del cuadro vallecaucano, sin embargo Nacional acudió al TAS, en donde le permitieron inscribir jugadores, algo que le había prohibido los entes locales y una suma menor de dinero (US$150.000).

Luego Cortuluá llevó el caso a la justicia ordinaria en Suiza, en el Tribunal Superior, donde anularon la determinación del TAS.