Fútbol todos los días, también en viernes santo. En medio de la Semana Mayor, Independiente Santa Fe abría la jornada 16, urgido de un triunfo que lo mantuviera entre los ocho. En frente, un Alianza Petrolera que en las últimas semanas se ha venido desinflando y quería resucitar en el Nemesio Camacho El Campín, en Bogotá.
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Todo empezó con un bonito homenaje a Freddy Rincón. Como el primer equipo en el que jugó el Coloso de Buenaventura, el Expreso Rojo se quería dar un triunfo épico, pero necesitaba más que entusiasmo para lograrlo. Para colmo, el partido estuvo pasado por tarjetas rojas, repartidas por el central Carlos Ortega.
En apenas tres minutos, los dirigidos por Martín Cardetti quedaron en inferioridad, luego de la expulsión de Kevin Mantilla. La falta no parecía tal, pero al tratarse de una acción manifiesta de gol, ya que la pitó, debía echarlo al jugador cardenal. Alianza podía aprovechar la superioridad numérica, pero minutos después también iba a sufrir una expulsión.
Fue Leonardo Saldaña el que se tuvo que ir, luego de una revisión en el VAR. Con las cargas equilibradas, se pensó que Santa Fe se montaría en el partido, pero esto no ocurrió. Mucho menos cuando Jersson Malagón, quien ingresó para suplir el hueco de Mantilla, cometió una falta y fue expulsado con justicia. En apenas media hora, el Expreso Rojo se quedaba con nueve hombres.
Demasiada ventaja para Alianza Petrolera, que no iba a desaprovecharla en esta ocasión. Bryan Gil, en el área, metió una volea para marcar el tanto con el que el equipo de Barrancabermeja se iba arriba en el marcador. A Santa Fe le costaba mucho construir acciones de juego.
Tampoco lo hizo cuando Alianza se quedó con nueve hombres. Promediando el segundo tiempo, las cargas se emparejaron, pero más allá de algunas aproximaciones, el equipo cardenal no tuvo eficacia. El resultado se mantuvo y el homenaje no se consumó. Santa Fe le falló a Freddy y salió de los ocho, donde ahora está Alianza.