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¡Un punto milagroso! Quindío aguantó de todo y sacó el empate en el Metro

Junior le generó más de 20 ocasiones de gol, pero el portero Jefferson Sánchez atajó hasta el viento y acercó un poco a los cuyabros a la salvación.

Una noche para redimirse. Eso es lo que buscaba el Junior de Barranquilla, en casa ante el Deportes Quindío, luego de ser vapuleado por Millonarios hace pocos días. Lo que ocurrió en el estadio El Campín, donde cayó 4-1, no debía pesar en el Metropolitano, pero pesó.

A medida que pasaban los minutos, el ímpetu tiburón se fue desinflando y el conjunto cuyabro lo superó en actitud. A diferencia de los barranquilleros, el Quindío se juega la vida en cada encuentro. Por muy bien que lo han hecho, siguen inmersos en el puesto del descenso, pero no quieren rendirse.

Por momentos, la única carta ofensiva del Junior eran los tiros libres de Sebastián Viera. En dos ocasiones, el remate del guardameta uruguayo llevó peligro al arco quindiano, uno de ellos pegó en el travesaño. Mientras tanto, a la contra, los de Armenia llevaban peligro y ganar en La Arenosa dejó de ser una quimera.

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De hecho, en la segunda mitad fueron los que marcaron el compás, al menos en los primeros minutos de juego. Allí tuvo que ser Viera quien salvara la resistencia rojiblanca, pasando una verdadera tormenta, más allá del diluvio que caía en cancha.

A falta de 20 minutos, Junior tomó un segundo aire. Con pundonor, aunque sin mucho fútbol, el conjunto Tiburón le creó un sinfín de oportunidades al Quindío, haciendo figura a Jefferson Sánchez, portero cuyabro.

Junior mereció ganarlo, seguro que sí. Pero lo cierto es que algo le falta al equipo de Arturo Reyes para ser candidato al título, más allá de las faltas de Viera. Por su parte, el Quindío se aferra a la esperanza y, por qué no, quedarse en la A.

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